martes, 7 de febrero de 2012

Philadelphia de noche

Philadelphia no es, ni de lejos, una de esas ciudades que enamora. No tiene el encanto de París, la oferta cultural de Nueva York o esa modernidad de Berlín. Pero tiene un encanto a su manera. Un skyline nocturno de lo más chulos que conozco, impresionantes edificios de ladrillo que nos evocan otros tiempos mejores de lo que la ciudad fue, y una actitud generalizada de quien se acepta como es y no pretende ser otra cosa. Filadelfia, también, tiene su encanto.